Balance Final Taller

Releo mi primer balance de trabajos, hecho en Julio, y encuentro muchos puntos en común con lo que me gustaría destacar hoy: Lo importante que fue para mí decidirme a escribir, recibir las primeras devoluciones, aprovecharlas y hacer correcciones. Antes del taller nunca había recibido sugerencias sobre cómo mejorar mis textos, y por eso no acostumbraba hacer reescrituras. Ahora entiendo que es a partir de estas lecturas ajenas que logramos finalmente “atravesar el espejo”, aprendiendo a no conformarnos con nuestro reflejo inmóvil, por más nítido que nos resulte. Ahora sí entiendo la escritura como un proceso.

Me parece que puedo señalar muchas lecturas ajenas que este año contribuyeron a ese proceso, y siento que de todos modos voy a olvidar alguna no menos valiosa: Por ejemplo, la devolución que recibí de Pablo P. sobre mi proyecto narrativo, que incluso propuso que fueran realmente dos los narradores del relato. Me gustaría mucho trabajarlo desde esa perspectiva, y probablemente lo haga en el verano.
También fueron muy interesantes los comentarios que recibí de Tomás, Ana y Guille en mi blog, además del constante seguimiento de Emilia, que con sus aportes me ayudó a mejorar tanto mis notas, como mi crónica y mi ensayo. No puedo dejar de mencionar las primeras devoluciones que recibí del proyecto narrativo en el taller y que me ayudaron a finalizarlo, especialmente la idea de que “no escribimos para resolver”, y la última sugerencia que recibí de Claudia respecto al ensayo.

De las lecturas que realicé de mis compañeros, destaco el aprendizaje que compartimos todos y que se notó en la evolución de los textos, pero en lo personal creo que fue muy importante para mí la lectura de las notas de Ana. Reviso mis primeras notas, tan formales, y recuerdo la libertad que me dio leer las de ella, que se animaba a experimentar más allá de las consignas. Luego me sucedió lo mismo con las últimas notas de lectura de Pablo P: Ambos parecían dejar de lado el examen riguroso del texto para explorar alguna arista que les interesara particularmente, así que traté de imitarlos. Las notas que escribí luego y que más me gustaron, pude notar, fueron las elaboradas a partir de las lecturas que me habían interesado más, por lo que me propuse también encontrar una veta atractiva en cada texto leído. Del mismo modo empecé a percibir que, al leer pensando que luego debía escribir una nota o una devolución a mis compañeros, cambiaba mi forma de lectura también, logrando que el texto me dejara realmente algo que “devolver”.

Otra cosa que me llevo de este año fue el trabajo que hicimos durante el tiempo que la facultad estuvo tomada: Encontré en el taller ese espacio que necesitaba para detenerme a reflexionar críticamente, escuchando otras voces y opiniones mientras me formaba un juicio propio. También me llevo un nuevo hábito, una nueva mirada: ahora, aún cuando digo que no tengo tiempo para hacer los trabajos del taller por otras materias, siento que estoy escribiendo todo el tiempo, y “no me queda otra opción” más que sentarme y escribir.

Finalmente, no puedo dejar de mencionar que todo este aprendizaje no hubiera sido posible para mí sin este grupo increíble de personas, de compañeros, de guías. Sé que es así porque de ninguna otra forma alguien como yo, a quien todavía le cuesta terriblemente hablar, e incluso leer delante de otros (no me animé a leer esta parte), que a veces por esa misma inseguridad no se daba la libertad de experimentar en la escritura, si no fuera por la ayuda y el ejemplo de todas estas personas (Paula, Jorgelina, Ana, Pablo D., Tomás, Mauricio, Guillermo, Pablo P., Emilia, Lisandro, Claudia) no hubiera tenido la confianza necesaria, más importante aún que para escribir, para expresarme a través de mi escritura.
Gracias!

1 Response to "Balance Final Taller"

  1. Emilia Says:

    Gabriela,

    Me alegra que hayas encontrado en el taller un espacio para experimentar y desarrollar tu escritura, un gusto haber compartido el año con vos.

    Saludos,

    Emilia

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