Texto con predominio de "ía"

El perro lamía la cal de la pared y la lejía; lamía y tosía. La pared se descascaraba y a sus patas caía. Levanté la vista de mi antología de poesías; el perro escupía.
El eco de unos pasos en la lejanía, retumbando por toda la casa vacía, mi lectura interrumpía. La habitación, sombría en pleno día, contagiaba su apatía. El perro lamía.
-Este animal de porquería- entró refunfuñando mi tía, y una patada le daría. Se marchó avergonazada de su tropelía a prepararse una sangría.
El perro encogido en una esquina gemía; gemía, aullaba sin energía, gemía su ronca elegía.
Sus ojos, faltos de guía, la fría habitación recorrían. Buscaban consuelo, tal vez en mi compañía. Conmovían.
No sé si deberían.
Al rato mi tía regresaría con una lata de abundante comida, y frente al infeliz la pondría. El perro débilmente agradecería, con un corto ladrido de alegría. Mi tía al alejarse sonreía; le sonreí por cortesía.
El perro, que ya no lamía las migas, volvió a la pared y la lejía.
Regresé a mi poesía.

1 Response to "Texto con predominio de "ía""

  1. Emilia Says:

    Hay algo siniestro en el personaje de la tía, con su sonrisa. Me quedé pensando si el perro, después de aquella comida, habrá seguido en condiciones de lamer cal y lejía...
    Algo de eso queda flotando en el aire.
    Saludos!
    Emilia

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